Firma "invitada" recomendada por Julio Morales
Autor: JoeysPhotos, de MorgueFile |
En el año 2006
durante un viaje a Uruguay, un amigo argentino me prestó su libro. Ahí descubrí
yo a ese maestro que nos dejó hace poquito. Después de ese libro vinieron
bastantes más, en este apartado, me gustaría compartir con vosotros/as un
pequeño fragmento de uno de esos libros. Se trata como no, del gran Eduardo
Galeano. Realmente creo que este texto, basado en las palabras de Simón
Rodríguez, nos invita a una buena reflexión.
“Se ha de educar a
todo el mundo sin distinción de razas ni colores. No nos alucinemos: sin educación popular, no habrá verdadera sociedad. Instruir no es educar. Enseñen, y tendrán quien sepa; eduquen, y tendrán quien haga.
Mandar recitar de memoria lo que no se entiende es hacer papagayos. No se mande, en ningún caso, hacer a un niño nada que no tenga su «porqué» al pie. Acostumbrado el niño a ver siempre la razón respaldando las órdenes que recibe, la echa de menos cuando no la ve, y pregunta por ella diciendo:
«¿Por qué?». Enseñen a los niños a ser preguntones, para que, pidiendo el porqué de lo que se les manda hacer, se acostumbren a obedecer a la razón: no a la autoridad, como los limitados, ni a la costumbre, como los estúpidos.
En las escuelas deben estudiar juntos los niños y las niñas. Primero, porque así desde niños los hombres aprenden a respetar a las mujeres; y segundo, porque las mujeres aprenden a no tener miedo a los hombres.
[…]
Al que no sabe, cualquiera lo engaña. Al que no tiene, cualquiera lo compra.”
Mandar recitar de memoria lo que no se entiende es hacer papagayos. No se mande, en ningún caso, hacer a un niño nada que no tenga su «porqué» al pie. Acostumbrado el niño a ver siempre la razón respaldando las órdenes que recibe, la echa de menos cuando no la ve, y pregunta por ella diciendo:
«¿Por qué?». Enseñen a los niños a ser preguntones, para que, pidiendo el porqué de lo que se les manda hacer, se acostumbren a obedecer a la razón: no a la autoridad, como los limitados, ni a la costumbre, como los estúpidos.
En las escuelas deben estudiar juntos los niños y las niñas. Primero, porque así desde niños los hombres aprenden a respetar a las mujeres; y segundo, porque las mujeres aprenden a no tener miedo a los hombres.
[…]
Al que no sabe, cualquiera lo engaña. Al que no tiene, cualquiera lo compra.”
Memoria del fuego
2. Las caras y las máscaras
Eduardo Galeano
Buenos Aires, Siglo XXI Editores, 2010.
Eduardo Galeano
Buenos Aires, Siglo XXI Editores, 2010.
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